jueves, 1 de enero de 2015

Leyenda de la diosa Culibilla y el pico Foratata Oriental

Como ya sabéis, me encuentro en el valle de Tena, para pasar una temporada por aquí. Así que me parece más que oportuno, comenzar este 2015 contando una bonita leyenda de un pico emblemático de este precioso valle, que a mí personalmente, me tiene ensimismado cada vez que paso por sus faldas, Peña Foratata. 


Narra la leyenda, que Anayet y Arafita eran dos dioses muy pobres a los que se les había despojado de sus pinares, cuyos ganados escaseaban y cuyos senderos eran paso habitual de contrabandistas. No obstante, a pesar de su pobreza, eran felices, pues poseían el mayor de los tesoros, una preciosa hija, la diosa Culibilla.
Tal era su belleza, que no escapaba a las pretensiones de los dioses pirenaicos. Más ella, reservaba su afecto a sus corderillos y a las hormigas blancas de la zona, que cubrían las verdes praderas, compitiendo en blancura con los heleros y glaciares.  
El problema vino cuando el poderoso y temido dios Balaitus, creador de tormentas y forjador de rayos, se enamoró fervientemente de Culibilla. Naturalmente, esta lo rechazó, pues como iba a ser feliz con un dios así.
Al no haberse visto nunca rechazado, la ira se apoderó de Balaitus, quien quiso raptar a Culibilla. Así pues, se presentó ante la diosa decidido a cumplir su propósito, ante las atónitas montañas, incapaces de defender a la desgraciada diosa.
Y dice la leyenda, que en ese momento, al verse acorralada, en un acto desesperado por defenderse, Culibilla gritó: ¡A mí las hormigas!
Fue entonces cuando millares de hormigas blancas acudieron desde todos los sitios del valle para cubrir a Culibilla y protegerla del dios Balaitus que, horrorizado, emprendió la huida.
Como gesto de amistad y gratitud hacia las hormigas, Culibilla se clavó un puñal en el pecho para guardarlas dentro, junto a su corazón, formándose así el forau de Peña Foratata.

Desde entonces, no hay hormigas blancas en Formigal (nombre que proviene de formiga; hormiga en fabla aragonesa). Además, se dice que los que suben a esta peña rocosa, pueden oír claramente los latidos de la diosa Culibilla  


Espero que os haya gustado y que os animéis a venir a este valle donde encontrareis maravillosas montañas de hermosas siluetas. 

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